PREGUNTAS FRECUENTES

Una vez concluido tu procedimiento de fertilización in vitro, los embriones sobrantes continúan siendo evaluados durante dos días más en nuestro laboratorio de embriología, si estos muestran un desarrollo adecuado se procede a su vitrificación, que es un proceso de congelación altamente especializado, para su almacenamiento; dicho almacenamiento ocurre bajo un control estricto de calidad, así como de codificación con lo que se evita pérdida o confusión acerca del origen de los mismos. Una vez en este estado los embriones no sufren degeneración ni envejecimiento lo que nos permite utilizarlos en ciclos de reproducción futuros en la búsqueda de otro embarazo. Es importante mencionar que la responsabilidad de los padres de dichos embriones no se pierde, por lo que el Instituto no puede donarlos o desecharlos y sólo se procederá con respecto a los mismos conforme al deseo de los padres.

Con la mejoría en las técnicas de fertilización así como de transferencia de embriones se han incrementado las tasas de procedimientos exitosos; esto nos ha permitido disminuir el número de embriones a transferir por lo que embarazos con más de dos bebés actualmente son muy raros. De acuerdo a la evolución de tus embriones el número a transferir de estos no supera los dos o tres embriones.

Los bebés nacidos bajo técnicas de reproducción asistida no muestran tasas de enfermedades genéticas o malformaciones mayores a aquellos nacidos bajo circunstancias naturales por lo que esto es un temor que debe desecharse.

La mujer al nacer cuenta en sus ovarios con una reserva de aproximadamente 400 000 a 600 000 óvulos, de todos estos sólo utilizará entre 400 a 600 a lo largo de su vida a través de las menstruaciones regulares por lo que el obtener óvulos en mayor número durante los procedimientos de reproducción asistida no implica la pérdida de un número significativo de los óvulos en reserva. Por otra parte se han estudiado a nivel mundial el comportamiento de los ovarios en mujeres que utilizado procedimientos de reproducción asistida después de 5 y 10 años y no se ha observado un aumento significativo en los casos de cáncer de mama o de ovario en estas pacientes.

Cuando la paciente se ha realizado tres procedimientos de fertilización in vitro con resultado negativo se debe considerar el diagnóstico conocido como fallo de implantación, es decir la cavidad uterina no desarrolla los sitios donde debe presentarse el anidamiento del embrión, en estos casos se debe recurrir a que otra paciente nos "preste" su útero para completar el procedimiento.

La respuesta a esta pregunta obedece sobre todo a una cuestión de salud elemental, a mayor edad de la paciente mayores son las posibilidades que desarrolle diabetes o hipertensión durante el embarazo, poniendo de esta manera en riesgo la vida propia y la del bebé por lo que no se recomienda este procedimiento para mujeres mayores a 45 años.

En la actualidad hay se desconoce la causa o del síndrome de ovario poliquístico, se sabe que intervienen muchos factores tales como antecedentes familiares, alteraciones en algunos genes relacionados con la insulina entre otros. Lo importante en el caso de las pacientes que presentan este síndrome son las medidas que ayudan a disminuir las repercusiones a corto y largo plazo de este síndrome. Entre las medidas recomendadas a estas pacientes se encuentran: no subir de peso y si ya se presenta sobre peso u obesidad, que es uno de los datos más frecuentes de estas pacientes, con perder al menos el 5% de su peso actual mejora mucho las alteraciones menstruales que presentan estas pacientes, ejercicio, y control hormonal periódico con el ginecólogo ya que en muchas ocasiones se requiere administración de anticonceptivos para regularizar las alteraciones hormonales.

Si se puede lograr el embarazo pero es necesario el apoyo de un médico especializado en el manejo de medicamentos que inducen la ovulación en estas pacientes ya que hasta en un 75% de los casos las pacientes no ovulan de manera espontánea o natural.

En una inseminación se logra un porcentaje de éxito que va de un 18% a un 20% en el primer intento, pero una de las ventajas de la inseminación comparada con la actividad sexual habitual es la administración de medicamentos inductores de la ovulación y la sincronización de la esta con la inseminación, además que se ha observado en múltiples estudios que por la duración de los efectos de los medicamentos utilizados, se incrementa hasta en un 30% el éxito de las inseminación después de 2 intentos consecutivos.

En una fertilización in vitro se alcanza hasta un 60% de éxito en las búsqueda del embarazo por estadísticas en nuestro instituto, sin embargo este porcentaje puede verse modificado por la causa de la infertilidad ya que algunos problemas como la endometriosis o la edad materna pueden disminuir este porcentaje.

Si se puede embarazar, pero se recomienda que al momento del embarazo y durante este se lleve un control simultáneo entre el ginecólogo y el infectólogo, así como mantener el número de copias virales por debajo de 100. Para disminuir el riesgo de transmisión madre - feto.

En general se debe sospechar que podríamos cursar con un problema de infertilidad cuando después de tener actividad sexual regular sin algún tipo de protección anticonceptiva por un año o más sin lograr el embarazo, y en los casos en los que la mujer tiene 35 años o más, este periodo de espera se disminuye a 6 meses.

Hay múltiples causas dependiendo del momento en que se presente hay mayor predisposición para uno u otro problema, pero en general cuando las pérdidas se dan antes de la semana 12 de gestación, considerada perdida temprana hasta en un 75% de los casos se considera por aneuploidias o alteraciones en el numero o secuencia de los cromosomas, que no tiene un patrón repetitivo, se considera un evento al azar, el otro 25 % se encuentran problemas infecciosos como la toxoplasmosis, alteraciones en la implantación como el síndrome anti fosfolípidos, malformaciones uterinas o defectos propios del embrión.

Si es una mujer sin pareja, que desea alcanzar el sueño de la maternidad, se puede recurrir a la inseminación intrauterina con semen de donante, siempre y cuando cumpla con algunas condiciones necesarias para este procedimiento entre las que encontramos: al menos una trompa permeable, perfil hormonal normal estudios de infecciones virales como VIH, hepatitis b y c negativos y un ultrasonido endovaginal para descartar que tenga alteraciones uterinas u ováricas que se tengan que corregir previamente.